Pintor y artista digital, cuya obra se sitúa en la intersección entre las tradiciones pictóricas españolas —como el barroco y el realismo contemporáneo— y las tecnologías emergentes, como el modelado 3D y la disrupción digital de la imagen. Su práctica artística parte de una concepción óptica o retiniana de la pintura, entendida como una superficie sensible al tiempo, donde se acumulan observaciones sucesivas e iteraciones visuales. Esta metodología le permite explorar cómo la percepción se transforma a través del proceso pictórico.
La figura humana constituye el eje vertebral de su trabajo, siendo el vehículo principal de expresión y reflexión. Su representación está atravesada por una tensión entre lo clásico y lo contemporáneo: por un lado, se apoya en la estructura compositiva de la pintura académica y, por otro, incorpora influencias del cuerpo en movimiento, especialmente desde la danza contemporánea. El resultado es una obra que dialoga con la historia de la pintura, al tiempo que se abre a las posibilidades expresivas del arte digital en la era postfotográfica.
